
Hace mucho tiempo había, como ahora, muchos árboles, mucho monte. Un día se quemó todo el monte, pero había gente que habitaba en él. Una viejita dijo a todos: "No tienen que mirar, porque si ustedes miran, nos vamos a transformar en cualquier cosa". Después que terminó todo no quedó ningún árbol.
Un icancho - chingolo que caminaba por ahí comenzó a escarbar hasta que vio un carboncito, lo juntó y se paró encima, saltando y cantando, hasta que salió un arbolito. Todos los días el icancho bailaba y saltaba sobre esta plantita. Después de un tiempo, se formó un árbol grande y ahí se quedó para siempre, a la sombra de ese árbol. Gracias al icancho se formaron todos los árboles y después se formaron todos los hombres que hay ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario