Hijos de los grandes ríos

Son los chaná, beguá, timbó, carcarañá, mocoretá, corondas, quiloazas, calchines y mepenes. Son la gente costera del Paraná Medio y Bajo, Delta y ambas márgenes del Río de la Plata.
Demarcan su territorio con cabezas de loro de cerámica, o sea que tenían territorio establecido, por el que naturalmente se movían.
Se desplazaban por el río en canoas monóxilas de 20 mts. de largo impulsadas con dos velas y con remos. Tradicionalmente la alimentación estaba basada en el cultivo de maíz, habas, calabazas, en la pesca, la caza de venados, avestruces, nutrias, etc., y en la recolección de productos del monte, como la miel de camoatí, vainas de algarrobas, raíces y caracoles.

En épocas calurosas andaban desnudos. Usaban mantos de pieles generalmente de nutria, para la estación fría.
La mujer es hermosa, tiene los cabellos largos y castaños, usa aros grandes. Tradicionalmente usaban gorros de pieles hechos con las cabezas de onzas con dientes y todo. Usaban también taparrabos y delantales de algodón.
Los adornos consistían en pinturas corporales, tatuajes, adornos auriculares.
Era común la perforación de las aletas nasales, donde se colocaban piedras de colores. Los hombres son altos y robustos; usan barbote. Tradicionalmente se destacaba el uso de adornos de metal.
Aún construyen chozas costeras con paredes de caña o junco, y techos a dos aguas.
Eran ellos quiénes en cada tumba plantaron un ombú.
A mediados del año 2.005 Blas Jaime, un habitante de Nogoyá (Provincia de Entre Ríos) dio a conocer que conservaba por transmisión oral familiar la lengua chaná. Dicho suceso está en estudio actualmente.